Ecosistema
Los ecólogos emplean el término
ecosistema para indicar una unidad natural de partes vivientes o inertes, con
interacciones mutuas para producir un sistema estable en el cual el intercambio
de sustancias entre las plantas vivas e inertes es de tipo circular. Un
ecosistema puede ser tan grande como el océano o un bosque, o uno de los ciclos
de los elementos, o tan pequeño como un acuario que contiene peces tropicales,
plantas verdes y caracoles. Para calificarla de un ecosistema, la unidad ha de
ser un sistema estable, donde el recambio de materiales sigue un camino
circular.
Un ejemplo clásico de un
ecosistema bastante compacto para ser investigado en detalle cuantitativo es
una laguna o un estanque. La parte no viviente del lago comprende el agua, el
oxígeno disuelto, el bióxido de carbono, las sales inorgánicas como fosfatos y
cloruros de sodio, potasio y calcio, y muchos compuestos orgánicos. Los
organismos vivos pueden subdividirse en productores, consumidores y
desintegradores según su papel contribuyendo a conservar en función al
ecosistema como un todo estable de interacción mutua. En primer lugar, existen
organismos productores;
como las plantas verdes que pueden fabricar compuestos orgánicos a partir de
sustancias inorgánicas sencillas por fotosíntesis. En un lago, hay dos tipos de
productores: las plantas mayores que crecen sobre la orilla o flotan en aguas
poco profundas, y las plantas flotantes microscópicas, en su mayor parte algas,
que se distribuyen por todo el líquido, hasta la profundidad máxima alcanzada
por la luz. Estas plantas pequeñas, que se designan colectivamente con el
nombre de fitoplancton, no suelen ser visibles, salvo si las hay en gran
cantidad, en cuyo caso comunican al agua tinte verdoso. Suelen ser bastante más
importantes como productoras de alimentos para el lago que las plantas
visibles.
Los organismos consumidores son heterótrofos, por ejemplo,
insectos y sus larvas, crustáceos, peces y tal vez algunos bivalvos de agua
dulce. Los consumidores primarios son los que ingieren plantas; los
secundarios, los carnívoros que se alimentan de los primarios, y así
sucesivamente. Podría haber algunos consumidores terciarios que comieran a los
consumidores secundarios carnívoros.
El ecosistema se completa con
organismos descomponedores,
bacterias y hongos, que desdoblan los compuestos orgánicos de células
procedentes del productor muerto y organismos consumidores en moléculas
orgánicas pequeñas, que utilizan como saprófitos, o en sustancias inorgánicas
que pueden usarse como materia prima por las plantas verdes. Aún el ecosistema
más grande y más completo puede demostrarse que está constituído por los mismos
componentes: organismos productores, consumidores y desintegradores, y
componentes inorgánicos.La estructuración de un ecosistema consta de la biocenosis o conjunto de organismos vivos de un
ecosistema, y el biótopo o medio ambiente en que viven estos
organismos.
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