Redes tróficas y alimentarias
Se estima que el índice de
aprovechamiento de los recursos en los ecosistemas terrestres es como máximo
del 10 %, por lo cual el número de eslabones en una cadena alimentaria ha de
ser, por necesidad, corto.
Sin embargo, un estudio de
campo y el conocimiento más profundo de las distintas especies nos revelará que
esa cadena trófica es únicamente una hipótesis de trabajo y que, a lo sumo,
expresa un tipo predominante de relación entre varias especies de un mismo
ecosistema.
La realidad es que cada uno de
los eslabones mantiene a su vez relaciones con otras especies pertenecientes a
cadenas distintas. Es como un cable de conducción eléctrica, que al observador
alejado le parecerá una unidad, pero al aproximarnos veremos que dicho
cableconsta a su vez de otros conductores más pequeños, que tampoco son una
unidad maciza.
Cada uno de estos conductores
estará formado por pequeños filamentos de cobre y quienes conducen la
electricidad son en realidad las diminutas unidades que conocemos como
electrones, componentes de los átomos que constituyen el elemento cobre. Pero
hay que poner de relieve una diferencia fundamental, en el cable todas las
sucesivas subunidades van en una misma dirección, pero en la cadena trófica
cada eslabón comunica con otros que a menudo se sitúan en direcciones
distintas. La hierba no sólo alimenta a la oveja, sino también al conejo y al
ratón, que serán presa de un águila y un búho, respectivamente. La oveja no
tiene al lobo como único enemigo, aunque sea el principal.
El águila intentará apoderarse
de sus recentales y, si hay un lince en el territorio, competirá con el lobo,
que en caso de dificultad no dudará en alimentarse también de conejos.De este
modo, la cadena original ha sacado a la luz la existencia de otras laterales y
entre todas han formado una tupida maraña de relaciones interespecíficas.
Esto es lo que se conoce con el
nombre de red trófica.La
red da una visión más cercana a la realidad que la simple cadena. Nos muestra
que cada especie mantiene relaciones de distintos tipos con otros elementos del
ecosistema: la planta no crece en un único terreno, aunque en determinados
suelos prospere con especial vigor.
Tampoco, en general, el
herbívoro se nutre de una única especie vegetal y él no suele ser tampoco el componente
exclusivo de la dieta del carnívoro. La red trófica, contemplando un único pero
importante aspecto de las relaciones entre los organismos, nos muestra lo
importante que es cada eslabón para formar el conjunto global del ecosistema.
El número de organismos de cada
especie es determinado por la velocidad de flujo de energía por la parte
biológica del ecosistema que los incluye.
La transferencia de la energía
alimenticia desde su origen en las plantas a través de una sucesión de organismos,
cada uno de los cuales devora al que le precede y es devorado a su vez por el
que le sigue, se llama cadena
alimenticia. El número de eslabones de la cadena debe ser limitado a no más
de cuatro o cinco, precisamente por la gran degradación de la energía en cada
uno. El porcentaje de la energía de los alimentos consumida que se convierte en
material celular nuevo es el porcentaje eficaz de transferencia de energía.
El flujo de energía en los
ecosistemas, procedente de la luz solar por medio de la fotosíntesis en los
productores autótrofos, y a través de los tejidos de herbívoros como
consumidores primarios, y de los carnívoros como consumidores secundarios,
determina el peso total y número (biomas) de los organismos en cada nivel del
ecosistema. Este flujo de energía disminuye notablemente en cada paso sucesivo
de nutrición por pérdida de calor en cada transformación de la energía, lo cual
a su vez disminuye los biomas en cada escalón.
Algunos animales sólo comen una
clase de alimento, y por consiguiente, son miembros de una sola cadena
alimenticia. Otros animales comen muchas clases de alimentos y no sólo son
miembros de diferentes cadenas alimenticias, sino que pueden ocupar diferentes
posiciones en las distintas cadenas alimenticias.
Un animal puede ser un consumidor primario en una cadena, comiendo plantas
verdes, pero un consumidor secundario o terciario en otras cadenas, comiendo
animales herbívoros u otros carnívoros.
El hombre es el final de varias
cadenas alimenticias; por ejemplo, come pescados grandes que comieron otros
peces pequeños, que se alimentaron de invertebrados que a su vez se nutrieron
de algas. La magnitud final de la población humana (o la población de cualquier
animal) está limitada por la longitud de nuestra cadena alimenticia, el porcentaje
de eficacia de transferencia de energía en cada eslabón de la cadena y la
cantidad de energía luminosa que cae sobre la Tierra.
El hombre nada puede hacer para
aumentar la cantidad de energía luminosa incidente, y muy poco para elevar el
porcentaje de eficacia de transferencia de energía, por lo que sólo podrá
aumentar el aporte de energía de los alimentos, acortando la cadena
alimenticia, es decir, consumiendo productores primarios, vegetales y no
animales. En los países superpoblados como China e India, los naturales son
principalmente vegetarianos porque así la cadena alimenticia es más corta y un
área determinada de terreno puede de esta forma servir de sostén al mayor
número de individuos.
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